La tarta Sacher es uno de esos postres que, si te gusta el chocolate, tienes que probar al menos una vez en la vida. Es un clásico de la repostería austriaca, famosa en todo el mundo por su bizcocho de chocolate esponjoso, su relleno de mermelada de albaricoque y esa cobertura brillante de chocolate que es una auténtica maravilla.
Yo la primera vez que probé la auténtica tarta Sacher fue en un viaje a Viena. Lo típico, vas a la ciudad y todo el mundo te dice que no puedes irte sin pasar por el Hotel Sacher. Pues allá que fuimos. Nos sentamos en su salón clásico, con esas mesas elegantes y camareros impecables, y pedimos la famosa tarta. Y oye, qué experiencia. El sabor es intenso, pero a la vez súper equilibrado. No es una tarta empalagosa, y eso me sorprendió bastante. Además, te la sirven con un poco de nata montada sin azúcar al lado, que le va de cine.
Claro, volví a casa obsesionada con conseguir hacer una tarta Sacher que se pareciera lo máximo posible a la original. No te voy a mentir, he probado varias recetas hasta dar con una que me ha dejado bastante contenta. Y por eso hoy te la quiero compartir, con todos los trucos y detalles para que te quede perfecta. No será exactamente igual que la del Hotel Sacher (que para eso hay que ir a Viena), pero te prometo que se acerca mucho.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Receta de tarta Sacher vienesa tradicional
Ingredientes
- 125 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 25 g de azúcar glas
- Una pizca de sal
- 150 g de chocolate negro 50% cacao
- 100 g de azúcar
- 5 yemas de huevo (unos 90-100 g)
- 5 claras de huevo (unos 190-200 g)
- 125 g de harina de trigo (harina 00)
- 15 g de cacao en polvo sin azúcar
Para el bizcocho
- 200 g de mermelada de albaricoque (para el interior de la tarta)
- 120 g de mermelada de albaricoque (para cubrir el exterior antes del glaseado)
Para el relleno
- 300 g de chocolate negro 50% cacao
- 270 g de nata líquida (mínimo 30% materia grasa)
- 50 g de glucosa (si no tienes, puedes usar miel)
- 40 g de aceite de girasol
- Una pizca de sal
Para la cobertura de chocolate
Cómo hacer la auténtica tarta Sacher
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1. Prepara el bizcocho de chocolate
- Lo primero que tienes que hacer es precalentar el horno a 170 ºC, con calor arriba y abajo.
- Mientras tanto, derrite el chocolate (150 g) al baño maría o en el microondas, poco a poco, y déjalo enfriar un poco.
- En un bol grande, bate la mantequilla (125 g), el azúcar glas (25 g) y una pizca de sal hasta que la mezcla se vea cremosa y algo más blanquita. Luego añade las yemas de huevo (5), una a una, batiendo bien cada vez.
- Cuando esté todo bien integrado, añade el chocolate fundido y mezcla hasta que la masa tenga un color uniforme.
- Ahora, monta las claras (5) con el azúcar (100 g) hasta que estén bien firmes y brillantes. Es importante que el merengue quede bien montado.
- Añade las claras montadas a la mezcla de chocolate en varias tandas, con movimientos envolventes para no perder aire.
- Por último, tamiza la harina (125 g) y el cacao (15 g) y añádelos poco a poco, mezclando suavemente hasta obtener una masa homogénea.
- Vierte la masa en un molde redondo de 22 cm que ya tendrás engrasado y con la base forrada con papel de horno.
- Hornea durante unos 35-40 minutos. Puedes comprobar que está listo pinchando con un palillo en el centro: si sale limpio, ya lo tienes.
- Deja que se enfríe dentro del molde unos 10-15 minutos. Luego desmóldalo y deja que se enfríe completamente sobre una rejilla.
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2. Rellena la tarta
- Cuando el bizcocho esté completamente frío, córtalo por la mitad con un cuchillo de sierra para obtener dos discos.
- Calienta un poco la mermelada de albaricoque (200 g), solo unos segundos en el microondas, para que esté más líquida y se extienda mejor.
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- Cubre la base del bizcocho con una capa generosa de mermelada y coloca encima el otro disco.
- Extiende la mermelada restante (120 g) por la parte superior y los laterales de la tarta, para que el chocolate luego se adhiera bien.
- Guarda la tarta en la nevera mientras preparas la cobertura.
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3. Prepara la cobertura de chocolate
- En un cazo, pon a calentar la nata líquida (270 g) con la glucosa (50 g) o la miel y una pizca de sal.
- Cuando empiece a hervir, retíralo del fuego y añade el chocolate troceado (300 g). Remueve bien hasta que se derrita por completo y quede una mezcla lisa y brillante.
- Añade el aceite (40 g) y mezcla de nuevo hasta que todo esté bien integrado.
- Deja que la cobertura se temple unos minutos, pero no demasiado. Tiene que estar líquida, pero no caliente.
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4. Cubre la tarta Sacher
- Saca la tarta de la nevera y colócala sobre una rejilla con una bandeja debajo para recoger el chocolate que caerá.
- Vierte la cobertura de chocolate por el centro de la tarta, dejando que se derrame hacia los bordes. Si es necesario, ayúdate con una espátula para cubrir bien los laterales.
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- Deja que repose 15 minutos en la nevera y mientras tanto recoge el glaseado caído en la bandeja y ponlo en una manga de pastelero con un agujerito o boquilla pequeño.
- Retira la tarta de la nevera, con la manga escribe “Sacher” y decora como quieras.
- Deja reposar la tarta en la nevera por lo menos 1 hora, y sácala unos 15-20 minutos antes de servir.

Consejos para hacer la tarta Sacher perfecta
- Controla el tiempo de horneado: Es importante no pasarse con el tiempo de horneado para que el bizcocho quede esponjoso. Si ves que el centro empieza a hincharse mucho, te recomiendo que bajes un poco la temperatura del horno para evitar que se seque demasiado por fuera.
- Enfriar bien el bizcocho: Asegúrate de dejar enfriar bien el bizcocho antes de cortarlo. Si lo haces cuando aún está caliente, puedes romperlo o que la mermelada no se adhiera bien.
- No escatimes en la mermelada: Es fácil pensar que con un poco de mermelada será suficiente, pero en una auténtica tarta Sacher, la capa de mermelada es clave. No dudes en añadir una capa generosa para que el sabor de albaricoque se note bien. Y escoge una mermelada sin tropezones.
- Deja que la cobertura repose: Después de cubrir la tarta con la cobertura de chocolate, es importante dejarla reposar a temperatura ambiente para que el chocolate no esté demasiado líquido cuando lo viertas.
- Usa un buen chocolate: El chocolate es un ingrediente clave, así que asegúrate de usar uno de calidad. Un chocolate negro con un 50% de cacao es ideal para el equilibrio entre dulce y amargo.
- Vierte el glaseado rápidamente: tiende a endurecerse rápido, por lo que tienes que tener todo a mano y distribuirlo con la espátula sin esperar.

Cómo acompañar la tarta Sacher
La tarta Sacher es bastante completa por sí sola, pero si quieres hacerla aún más especial, aquí tienes algunas ideas para acompañarla:
- Con nata montada: muchas veces se sirve la tarta Sacher con una buena porción de nata montada sin azúcar al lado. Aporta un contraste suave con el sabor fuerte del chocolate.
- Con un café: Nada como una buena taza de café negro para acompañar una rebanada de tarta Sacher. El amargor del café combina perfectamente con la dulzura y el sabor intenso del chocolate.
- Helado de vainilla: Si tienes invitados y quieres sorprender, puedes acompañarla con una bola de helado de vainilla. El frío y cremoso helado complementan muy bien la textura densa de la tarta.
- Frutos rojos: Algunas fresas, frambuesas o moras frescas aportan un toque ácido que equilibra la dulzura de la tarta, y además dan un toque de color a la presentación.
Bueno, ahora ya sabes cómo hacer la auténtica tarta Sacher en casa. No es una receta rápida, pero el resultado es tan impresionante que valdrá la pena cada paso. Si te atreves, prueba acompañarla con alguna de estas sugerencias y sorprende a tus invitados.
¡Espero que te salga increíble!
Si te gustan las tartas cremosas, no puedes dejar de probar la tarta tres chocolates, una receta con capas de chocolate blanco, negro y con leche, creando una mezcla suave y deliciosa que se derrite en la boca. Si prefieres un toque más especiado y jugoso, la Carrot Cake o Tarta de Zanahoria es perfecta para ti, con su suave base de zanahorias, nueces y especias, acompañada de un glaseado cremoso de queso crema. Y si eres de los que disfrutan de los sabores más caseros y tradicionales, la tarta de la abuela es ideal, tan fácil de hacer con galletas y chocolate.