El huevo cocido es uno de esos alimentos que, aunque muchas veces pasa desapercibido, es increíblemente útil en la cocina. Cocer huevos es una de esas tareas sencillas que siempre nos salva cuando necesitamos algo rápido, nutritivo y sabroso. ¿Te ha pasado que, cuando tienes prisa, un huevo cocido se convierte en la solución perfecta? Ya sea para una ensalada, un sándwich o incluso para hacer una receta más elaborada, los huevos duros son un básico que no puede faltar.
Y aunque parece que cocer huevos es algo muy simple, hay ciertos trucos que marcan la diferencia. Porque no es lo mismo un huevo cocido perfectamente que uno que queda con la cáscara rota o la yema descentrada, ¿verdad? En este artículo te voy a contar todo lo que necesitas saber para cocer huevos de manera impecable, con consejos prácticos que te asegurarán resultados perfectos cada vez.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
- ¿Cómo cocer un huevo correctamente?
- Cómo cocer el huevo para que la cáscara no se rompa
- Cómo hacer para que la yema quede al centro del huevo cocido
- Tiempo de cocción del huevo cocido
- Consejos para pelar los huevos cocidos sin que se rompan
- Recetas en las que puedes usar el huevo cocido
- Errores comunes al cocer huevos
- Beneficios de incluir huevo cocido en la dieta
¿Cómo cocer un huevo correctamente?
Cocer un huevo puede parecer una tarea sencilla, pero si quieres hacerlo de manera perfecta, hay algunos detalles a tener en cuenta. Para conseguir un huevo cocido con la yema bien centrada, una cáscara que no se rompa al pelarlo y una cocción precisa, es importante seguir ciertos pasos. Aquí te explico cómo hacerlo, y te doy algunos consejos útiles para que no tengas sorpresas.
Cómo cocer el huevo para que la cáscara no se rompa
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Uno de los problemas más comunes al cocer huevos es que la cáscara se rompa durante la cocción. Esto puede ocurrir por varios motivos, pero hay una manera de minimizar el riesgo. Para evitarlo, te recomiendo seguir estos consejos:
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Usa huevos frescos a temperatura ambiente: Si los huevos están fríos de la nevera, el choque térmico al meterlos en agua caliente puede hacer que la cáscara se agriete. Lo ideal es sacar los huevos de la nevera con unos 15-20 minutos de antelación para que no estén tan fríos.
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Añadir sal o vinagre al agua: Hay quienes añaden una pizca de sal o un chorro de vinagre al agua de cocción. Esto puede ayudar a que la cáscara sea un poco más resistente y, en caso de que se rompa, la clara no se derrame.
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Evita un hervor brusco: Si el agua hierve con demasiada fuerza, el movimiento puede hacer que los huevos se golpeen entre sí y se rompan. Lo mejor es mantener un hervor suave durante toda la cocción.
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Cómo hacer para que la yema quede al centro del huevo cocido
El truco para conseguir una yema centrada, que no se quede pegada a un lado del huevo, es sencillo, pero requiere un poco de práctica. Aquí tienes cómo hacerlo:
- Coloca el huevo en el agua con cuidado: Evita que los huevos se golpeen entre sí, ya que eso podría desplazar la yema. Si quieres, puedes usar una cuchara para introducirlos suavemente en el agua.
- Remueve el agua mientras se cuecen: Una técnica que algunos utilizan es remover el agua de cocción con una cuchara. Esto crea un pequeño remolino en el agua que hace que el huevo gire suavemente durante la cocción. Esto puede ayudar a que la yema se quede en el centro.

Tiempo de cocción del huevo cocido
El tiempo de cocción es uno de los factores clave para obtener un huevo cocido perfecto, ya que dependiendo de cuánto tiempo lo dejes en el agua, la textura de la yema cambiará. A continuación, te explico cómo ajustar el tiempo según lo que prefieras. Recuerda que el tiempo debes contarlo desde que el agua está hirviendo.
- Huevo pasado por agua: Si te gustan los huevos con la yema más líquida, lo ideal es cocerlos durante 4-5 minutos. En este tiempo, la clara se habrá cocido completamente, pero la yema quedará suave y un poco líquida. Es perfecto para quienes disfrutan de la textura cremosa en el interior del huevo.
- Huevo cocido con yema ligeramente firme: Si prefieres la yema un poco más cocida, pero sin llegar a ser dura, puedes dejar el huevo en el agua entre 6-7 minutos. La clara será firme y la yema estará un poco más cocida, pero aún suave por dentro.
- Huevo cocido duro: Para un huevo cocido completamente firme, con la yema bien cocida, lo ideal es cocerlo entre 9-10 minutos.
Tip: Después de la cocción, es importante enfriar los huevos en agua fría o bajo el chorro de agua fría durante unos minutos. Esto no solo detiene la cocción, sino que facilita el pelado.

Consejos para pelar los huevos cocidos sin que se rompan
Pelar un huevo cocido puede ser un desafío, especialmente si no quieres que se rompa o que la clara se quede pegada a la cáscara. Aquí te dejo algunos trucos para hacerlo sin complicaciones:
- Enfriar bien el huevo: Como mencionamos antes, es importante enfriar el huevo después de la cocción. Si lo dejas enfriar en agua fría, esto no solo detendrá la cocción, sino que hará que la cáscara se separe más fácilmente de la clara.
- Romper la cáscara con suavidad: Una vez enfriado, colócalo sobre una superficie plana y golpea suavemente el huevo para romper la cáscara. Luego, empieza a pelarlo desde el extremo más ancho, ya que ahí suele haber una pequeña bolsa de aire que facilita el pelado.
- Pelarlo bajo el agua: Si eres de los que siempre se lucha con la cáscara pegada, prueba a pelar el huevo bajo un chorro de agua fría. El agua ayudará a que la cáscara se despegue sin romper la clara y reducirá el riesgo de que el huevo se rompa.
- Usar huevos más viejos: Aunque los huevos frescos son ideales para la cocción, los huevos un poco más viejos (alrededor de una semana) son más fáciles de pelar. Esto se debe a que la membrana interna del huevo se separa un poco más de la cáscara, lo que facilita el pelado.

Recetas en las que puedes usar el huevo cocido
El huevo cocido o huevo duro es un ingrediente increíblemente versátil que puede elevar una gran variedad de platos, desde los más sencillos hasta los más elaborados. Aquí te dejo algunas ideas y recetas en las que puedes aprovechar al máximo el huevo cocido:
Ensaladas
Las ensaladas son una de las formas más comunes de disfrutar del huevo cocido. Ya sea en una ensalada de atún, una ensalada de arroz, una ensalada de pasta o una simple ensalada verde, los huevos cocidos aportan un toque extra de sabor y proteína.
Un clásico es la ensaladilla rusa, donde los huevos cocidos son uno de los ingredientes fundamentales, junto con las patatas, zanahorias y mayonesa. ¡Una receta perfecta para los días de calor o como acompañante en una comida!
Sándwiches
Otro plato en el que el huevo cocido es protagonista es en los sándwiches. Un sándwich de huevo cocido, mayonesa y un toque de mostaza es un clásico que nunca falla. Si quieres darle un giro, puedes añadirle aguacate, lechuga o incluso bacon crujiente para hacer un sándwich más completo.
Tapas
Si te gusta la comida española, sabrás que las tapas son una excelente forma de disfrutar de platos pequeños y sabrosos. Un ejemplo son los huevos rellenos de ensaladilla rusa. También puedes disfrutar de huevos cocidos en bocadillos de tapas, con mayonesa y un toque de aceite de oliva.
Huevos rellenos
Los huevos rellenos son un clásico en celebraciones o como aperitivo. Después de cocer los huevos, simplemente corta los huevos por la mitad, saca las yemas, mézclalas con mayonesa, mostaza y especias, y vuelve a rellenar las claras. Puedes añadirle también atún, jamón, o incluso caviar si quieres darle un toque más gourmet.
Errores comunes al cocer huevos

Cocer un huevo parece una tarea sencilla, pero hay ciertos errores que son bastante comunes y que pueden hacer que no obtengas el huevo cocido perfecto. Aquí te dejo los más frecuentes y cómo evitarlos para que siempre consigas el mejor resultado.
Cocer los huevos a temperatura muy baja o muy alta
Uno de los errores más comunes es cocer los huevos a una temperatura incorrecta. Si el agua está demasiado fría cuando introduces el huevo, puede que se rompa con el cambio de temperatura. Y si el agua hierve con demasiada fuerza, el golpe de los huevos entre sí puede causar grietas en la cáscara.
Solución: Como te mencioné antes, es importante que el agua esté a fuego medio, no demasiado fuerte. Coloca los huevos con cuidado en el agua cuando ya esté caliente, pero sin llegar a un hervor fuerte.
No controlar el tiempo de cocción
Otro error clásico es no controlar el tiempo de cocción, lo que puede hacer que la yema quede demasiado líquida o, por el contrario, demasiado dura. Esto depende mucho del tipo de cocción que prefieras, pero no es raro ver huevos con una yema demasiado cocida o demasiado cruda.
Solución: Ajusta el tiempo según lo que prefieras. Para huevos pasados por agua, 4-5 minutos son suficientes. Si quieres una yema un poco más firme, entre 6-7 minutos. Y para huevos cocidos duros, lo ideal es entre 9-10 minutos.
No enfriar los huevos rápidamente
Si dejas los huevos cocidos en el agua caliente después de que estén listos, seguirán cocinándose, lo que puede hacer que se pongan demasiado duros o que la cáscara se quede pegada a la clara cuando los peles.
Solución: Tras cocer los huevos, es importante pasarlos inmediatamente a un recipiente con agua fría o colocarlos bajo el chorro de agua fría. Esto no solo detiene la cocción, sino que también facilita el pelado.
Usar huevos muy frescos
Aunque los huevos frescos son ideales para la cocina, para cocerlos es mejor que no sean demasiado recientes. Los huevos frescos tienden a ser más difíciles de pelar debido a la membrana que se adhiere más a la cáscara.
Solución: Si puedes, compra huevos que lleven unos días en la nevera. Con una semana de antigüedad, será más fácil pelarlos después de cocerlos.
Beneficios de incluir huevo cocido en la dieta
El huevo cocido es un alimento increíblemente nutritivo que no solo es sabroso, sino que también ofrece numerosos beneficios para la salud. Es una fuente excelente de proteínas de alta calidad, esenciales para la reparación y el crecimiento de los tejidos del cuerpo, así como para mantener la piel, el cabello y las uñas en buen estado. Cada huevo cocido contiene alrededor de seis gramos de proteína, lo que lo convierte en un gran aliado para aquellos que buscan incorporar más proteínas a su dieta sin añadir muchas calorías.
Además, el huevo cocido es rico en vitaminas y minerales esenciales como la vitamina B12, la vitamina A, el ácido fólico y el selenio. Estos nutrientes son importantes para el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico, la visión y el metabolismo en general. También contiene colina, un nutriente clave para la salud cerebral y del sistema nervioso, lo que lo convierte en un alimento perfecto para mantener el cerebro alerta y en funcionamiento.
A pesar de que algunos temen que el colesterol del huevo pueda ser un problema para el corazón, estudios recientes han demostrado que el huevo cocido, en su mayoría, no tiene un impacto negativo en los niveles de colesterol sanguíneo de la mayoría de las personas. De hecho, contiene un tipo de colesterol saludable que no aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, lo que lo hace apto para la mayoría de las dietas.
Otra de las grandes ventajas del huevo duro es que es un alimento bajo en calorías, pero muy nutritivo. Un huevo cocido grande tiene solo unas 70 calorías, lo que lo convierte en una opción ideal para quienes buscan algo que los mantenga saciados sin añadir muchas calorías a su día.
Como ves, cocer un huevo es una tarea sencilla, pero tiene sus trucos. Así que la próxima vez que escuches eso de que “no sabe ni cocer un huevo”, sabrás que también eso tiene sus secretos.
Si te gustan los huevos, no puedes dejar de probar los huevos fritos, una receta clásica en la que el huevo se cocina con la yema intacta, creando una textura suave y deliciosa. La receta de los huevos benedictinos es perfecta para quienes buscan algo más sofisticado: un par de huevos pochados sobre un panecillo inglés con jamón y cubiertos con una cremosa salsa holandesa. Si prefieres algo más sustancioso, la tortilla de patata es una opción infalible. Además, las tortillas de verduras son una excelente alternativa para quienes quieren algo ligero pero lleno de sabor.